El Parque Natural de Urkiola en Bizkaia

Santuario en el Parque Natural de UrkiolaEl Parque Natural de Urkiola, situado al sur de la comarca del Duranguesado, es uno de los parajes naturales vizcaínos más apreciados gracias a sus bellas cumbres y a su rica historia y patrimonio, creando así uno de los espacios más singulares del País Vasco.

Cuenta la leyenda que doña Urraca, hija del rey de Navarra, se casó con el señor de la torre de Muntxaraz de Abadiano como recompensa después de haber vencido en duelo a un miembro negro de la corte. Tuvieron varios hijos e hijas. El mayor de los hijos se llamaba Ibón, y estaba destinado a ser el heredero, siendo por ello odiado por la menor de las hermanas, Mariurrika. Un día en que fueron al Amboto, aprovechando que su hermano dormía y ayudada por una criada, lo tiró por las peñas contando a su regreso que se había despeñado. Su consciencia le acusaba y una noche se presentaron en Muntxaraz los “ximelgorri” o genios diabólicos, y desde entonces desapareció y se dice que vive en la cueva del Amboto.

Leyendas como ésta de Mari, la “Dama de Amboto” podemos conocer si nos acercamos para pasar unos días o un fin de semana hasta el entorno de Urkiola. Declarado Parque Natural el 29 de diciembre de 1989 por el Gobierno Vasco, es un área natural que se caracteriza por sus montañas calizas con fuertes cortados rocosos, donde destacan sus crestas desnudas y masas de hayas hasta los 700 metros de altitud.

Tradiciones ancestrales


Este rincón natural de Vizcaya guarda una serie de costumbres de fuerte arraigo entre los pobladores de esta zona, como es el pastoreo. En esta sierra no ocurre como en otras áreas rurales, ya que aquí no existen majadas de pastores ni viven en el monte en época alguna del año, habitan siempre en el caserío y suben a ver el ganado y a ordeñar, regresando de nuevo al hogar familiar.

Las txabolas que hay son corrales en las zonas altas y tienen por misión recoger el ganado y resguardarse en caso de mal tiempo, pero en ningún caso las emplean como vivienda.
Los rebaños no son grandes, alrededor de 50 ovejas como mínimo y no más de 200 como máximo. Aparte de estas también existe algo de ganado caballar. El pastoreo se alterna con otras actividades del caserío, no existe como exclusivo modo de vida. De esta manera está muy extendida en la zona la fabricación de queso con denominación de origen Idiazabal con la leche que traen del monte, siendo antaño una imagen muy típica la del pastor bajando dos baldes llenos de leche, cada uno en un extremo de un palo que llevaba sobre el hombro.

Santuario de los Santos Antonios

Popularmente conocido como santuario de Urkiola, no es solamente el más importante del duranguesado, sino uno hacia los que más devoción ha tenido el pueblo vasco a través de los tiempos, como casi lo demuestra la gran concurrencia que asistía y asiste cada 13 de junio, día de su festividad, desde los más recónditos rincones de la geografía vasca.

El origen de este santuario se remonta al siglo X, siendo las primeras noticias escritas del año 1567. En un principio este enclave fue una sencilla ermita y un hospital, hasta que el 5 de junio de 1646 se inauguró un nuevo santuario. Siete años más tarde se le adosó un pórtico alrededor que se llamó “claustro de peregrinos“, y en 1870 se levantó el campanario que todavía hoy subsiste. Durante el siglo XIX se vivieron tiempos muy azarosos en estos lugares, a los que no escapó el santuario, pero en su último año, 1899, de nuevo comenzaron las obras para la construcción de un nuevo edificio que nunca se terminó. Lo que hoy contemplaríamos, aproximadamente la mitad de la nave, fue inaugurado el día 5 de junio de 1928. En el alto de Urkiola hallamos en la actualidad otras dos pequeñas ermitas-humilladeros, la del Santo Cristo y la de Nuestra Señora de los Remedios.

Imagen: LM

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